¿Te sientes más cansada? ¿Piensas que antes hacías más, y ahora haces menos y además te cuesta más? La buena noticia es que no eres la única, la mala que puede tratarse de fatiga crónica.
El síndrome de fatiga crónica es un padecimiento que tiene diversas manifestaciones: desde cansancio hasta dolor de cabeza. Y no tiene que ver solamente con el esfuerzo físico, sino también con el cansancio mental, con las preocupaciones financieras y con el contexto que vivimos actualmente.
Sin embargo, no sólo implica el cansancio, sino otros síntomas que también se relacionan con este padecimiento:
Cansancio extremo, que no se quita a pesar de descansar
Dificultad para concentrarse o pensar con claridad
Insomnio y problemas para conciliar el sueño
Dolor de cabeza o mareos
El síndrome de fatiga crónica es usualmente diagnosticado por un especialista, sin embargo, al tener alguno de estos síntomas, es recomendable intentar descansar o buscar ayuda, antes de que la condición se vuelva realmente crónica.
De hecho, lo ideal es que las mamás tengan vacaciones al menos una vez al año.
¿Cómo solucionar el síndrome de fatiga crónica?
En principio es importante intentar dormir correctamente y buscar actividades relajantes que nos ayuden a dejar las preocupaciones por un momento.
Aunque no hay un tratamiento específico para combatir esta condición, se recomienda acudir a un psicólogo o psiquiatra que pueda brindarte información suficiente, así como apoyarte de las personas que te rodean para hablar de lo que sientes.


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